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Tecnología con propósito humano: Cómo Foundever rediseñó su experiencia de contratación impulsando resultados reales

En plena era post-pandemia, cuando muchas organizaciones todavía trataban de rehacer sus procesos de reclutamiento, Foundever enfrentó un reto monumental: integrar dos gigantes del BPO, alinearse tecnológicamente y duplicar su volumen de contrataciones… todo al mismo tiempo.

En el Americas Summit 2025, Daniel Prieto compartió cómo una empresa global —nueva en marca, pero con 25 años de experiencia— logró transformar el caos en eficiencia gracias a un enfoque claro:
usar tecnología para mejorar la vida del reclutador y, con ello, elevar toda la experiencia del candidato.

Lo interesante es que este no es un caso de “adoptemos IA porque está de moda”, sino un ejemplo concreto de cómo la digitalización bien diseñada puede hacer que equipos enteros trabajen mejor, más rápido y con menos fricción humana.

De dos mundos distintos a un solo proceso: el desafío de 2023

En 2023, Foundever nació de la fusión de dos de los BPO más grandes del mundo. El reto no era solo de marca o estructura:
era tecnológico, operativo y emocional.

Daniel lo describió así:

  • Dos sistemas totalmente distintos que no se comunicaban.
  • Más de 150,000 empleados acostumbrados a procesos diferentes.
  • La meta de crecer de 2,700 a más de 5,200 contrataciones en México en un solo año.
  • Reclutadores saturados, confundidos y con procesos que variaban según el equipo, el turno o incluso la persona.
  • Candidatos que vivían experiencias inconsistentes.
  • Supervisores que seguían operando como hace años.

“Era la receta perfecta para el desastre”, dijo Daniel. Y tenía razón.

El giro estratégico: empezar por el reclutador, no por el candidato

En muchas compañías, la conversación se centra en “cómo mejorar la experiencia del candidato”.
Pero en Foundever llegaron a una conclusión diferente:

La experiencia del candidato jamás será mejor que la experiencia del reclutador.

Si el reclutador está abrumado, confundido, frustrado o sin herramientas, la experiencia del candidato inevitablemente se deteriora.

Por eso, antes de hacer cambios externos, decidieron hacer tres movimientos clave:

1. Simplificar la vida del reclutador

Reducir tareas repetitivas, eliminar procesos dobles y evitar que se perdiera tiempo en leads que no calificaban.

2. Construir el proceso con el reclutador

No imponer una solución desde liderazgo, sino escuchar:
¿Qué necesitas?
¿Qué te frustra?
¿Qué te quita tiempo?
¿Qué te ayudaría a ser mejor?

3. Garantizar consistencia

Para que lo prometido al candidato fuera exactamente lo que encontraría al ser contratado.
Nada de sorpresas, nada de información contradictoria.

La tecnología adecuada: unificar antes de optimizar

Con el diagnóstico claro, faltaba la herramienta que hiciera posible el cambio.
Foundever necesitaba:

  • Un sistema único para dos empresas fusionadas
  • Un filtro inteligente
  • Una experiencia 24/7
  • Un proceso no dependiente del “modo de trabajo” de cada reclutador

Ahí es donde entra Talkpush.

Gracias a la integración:

  • Se eliminó entre 35% y 40% de leads no aptos antes de que llegaran al reclutador.
  • Se redujo la pérdida de tiempo en candidatos no calificados.
  • Se habilitó agendamiento automático, incluso fuera del horario laboral.
  • Se estandarizó la primera interacción del candidato.
  • Se redujo la presión diaria del reclutador.

El resultado: un proceso más humano porque era más ordenado y más justo para todos.

Impacto real: más productividad, mejor compensación y menos desgaste

Lo más notable del caso es que la mejora no solo se vio en KPIs, sino también en la cultura y estructura del equipo.

Resultados destacados:

  • +115% de productividad en el primer trimestre con Talkpush.
  • 48% de aumento salarial para los reclutadores, sustentado en datos reales de desempeño.
  • Menos rotación durante los ajustes.
  • 11% más candidatos ganados antes que la competencia (la famosa “carrera del tiempo”).
  • 6 puntos más en experiencia del candidato, sin invertir en branding, onboarding o compensación.
  • Se eliminó la necesidad de un equipo de screening manual —ahora convertidos en reclutadores con mejores herramientas.

Todo esto sin despedir masivamente ni reducir calidad—al contrario, se fortaleció el equipo, se reconoció al talento y se ordenó la operación.

El reto humano: confiar en la tecnología

Daniel fue honesto:
La parte más difícil no fue técnica, sino emocional.

  • ¿Qué pasa con el equipo de screeners?
  • ¿Qué pasa con el supervisor que “siempre lo ha hecho así”?
  • ¿Cómo se derrota el miedo al cambio?
  • ¿Cómo se demuestra que la IA no reemplaza al reclutador, sino que lo empodera?

La respuesta llegó cuando los resultados empezaron a hablar solos.
Y cuando el equipo vio que la tecnología no quitaba trabajo: quitaba fricción.

Un caso que demuestra que la tecnología sí puede ser profundamente humana

Hoy, el equipo de México es un ejemplo global. Más eficiente, más fuerte y con resultados más sostenibles.

El mensaje final de Daniel fue claro:

“La IA no está aquí para reemplazar a las personas, sino para que esas personas puedan hacer su trabajo mejor.”

Y Foundever es prueba viviente de ello.

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