En plena era post-pandemia, cuando muchas organizaciones todavía trataban de rehacer sus procesos de reclutamiento, Foundever enfrentó un reto monumental: integrar dos gigantes del BPO, alinearse tecnológicamente y duplicar su volumen de contrataciones… todo al mismo tiempo.
En el Americas Summit 2025, Daniel Prieto compartió cómo una empresa global —nueva en marca, pero con 25 años de experiencia— logró transformar el caos en eficiencia gracias a un enfoque claro:
usar tecnología para mejorar la vida del reclutador y, con ello, elevar toda la experiencia del candidato.
Lo interesante es que este no es un caso de “adoptemos IA porque está de moda”, sino un ejemplo concreto de cómo la digitalización bien diseñada puede hacer que equipos enteros trabajen mejor, más rápido y con menos fricción humana.
En 2023, Foundever nació de la fusión de dos de los BPO más grandes del mundo. El reto no era solo de marca o estructura:
era tecnológico, operativo y emocional.
Daniel lo describió así:
“Era la receta perfecta para el desastre”, dijo Daniel. Y tenía razón.
En muchas compañías, la conversación se centra en “cómo mejorar la experiencia del candidato”.
Pero en Foundever llegaron a una conclusión diferente:
La experiencia del candidato jamás será mejor que la experiencia del reclutador.
Si el reclutador está abrumado, confundido, frustrado o sin herramientas, la experiencia del candidato inevitablemente se deteriora.
Por eso, antes de hacer cambios externos, decidieron hacer tres movimientos clave:
Reducir tareas repetitivas, eliminar procesos dobles y evitar que se perdiera tiempo en leads que no calificaban.
No imponer una solución desde liderazgo, sino escuchar:
¿Qué necesitas?
¿Qué te frustra?
¿Qué te quita tiempo?
¿Qué te ayudaría a ser mejor?
Para que lo prometido al candidato fuera exactamente lo que encontraría al ser contratado.
Nada de sorpresas, nada de información contradictoria.
Con el diagnóstico claro, faltaba la herramienta que hiciera posible el cambio.
Foundever necesitaba:
Ahí es donde entra Talkpush.
Gracias a la integración:
El resultado: un proceso más humano porque era más ordenado y más justo para todos.
Lo más notable del caso es que la mejora no solo se vio en KPIs, sino también en la cultura y estructura del equipo.
Resultados destacados:
Todo esto sin despedir masivamente ni reducir calidad—al contrario, se fortaleció el equipo, se reconoció al talento y se ordenó la operación.
Daniel fue honesto:
La parte más difícil no fue técnica, sino emocional.
La respuesta llegó cuando los resultados empezaron a hablar solos.
Y cuando el equipo vio que la tecnología no quitaba trabajo: quitaba fricción.
Hoy, el equipo de México es un ejemplo global. Más eficiente, más fuerte y con resultados más sostenibles.
El mensaje final de Daniel fue claro:
“La IA no está aquí para reemplazar a las personas, sino para que esas personas puedan hacer su trabajo mejor.”
Y Foundever es prueba viviente de ello.